Qué Creemos

Debido a que el Espíritu Santo ha estado llevando a la iglesia del Señor Jesucristo a un entendimiento de la Verdad revelada por medio de Su Palabra Escrita (La Biblia) y ha sido expuesta a través de los Credos de la iglesia primitiva, de los  Reformadores  y de los Puritanos,  entendemos que los frutos de esta herencia han sido reunidos en la Confesión de fe Bautista de Londres de 1689, la cual es un resumen, probado a través del tiempo, de lo que la Biblia enseña.  Esta es nuestra confesión y regla secundaria de fe y práctica, siempre subordinada a las Sagradas Escrituras.  Algunas de las doctrinas más vitales contenidas en esta Confesión de fe que creemos y enseñamos son las siguientes:

SOBRE LA SANTA BIBLIA
Toda la Biblia, y cada palabra de la misma,  es inspirada por Dios, sin ningún error y con toda autoridad.

SOBRE DIOS
Hay un Dios solamente, existiendo eternamente en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios creó todas las cosas de la nada por la Palabra de Su poder en seis días y continúa manteniendo el control soberano absoluto sobre toda la Creación, sobre todas sus criaturas y sobre todos los eventos de la historia.

SOBRE EL HOMBRE
El hombre, a través del pecado de Adán, se ha hundido en un estado de pecado y culpa, al desobedecer a Dios y violar su ley. Está corrompido  en  todas las facultades  de su ser, muerto espiritualmente, sometido a la esclavitud de Satanás,  por lo que es incapaz de  agradar  a Dios  por sus propios esfuerzos, siendo merecedor solamente del juicio de Dios que acarrea sobre él la condenación eterna.

SOBRE JESUCRISTO
Jesucristo, siendo  Dios, tomó para sí una humanidad completa en el vientre de la virgen María, vivió una vida sin pecado, padeció una muerte como Sustituto por el pecado de Su pueblo para satisfacer las demandas justas de la ley de Dios, fue levantado  corporalmente  de entre los muertos evidenciando que su sacrificio fue aceptado delante de Dios Padre para llevar a cabo la eterna Salvación de sus elegidos,  y ascendió  al  cielo,  donde  vive siempre para interceder por Su pueblo.

SOBRE LA SALVACION
La salvación es la obra del trino Dios, comenzada en la eternidad por la elección amante del Padre sobre una multitud de pecadores merecedores  del  castigo eterno. Esta Salvación está  basada enteramente en la obra perfecta del Hijo y no sobre ningún mérito  humano, y es aplicada eficazmente por el Espíritu  Santo  dando  vida  a  pecadores muertos espiritualmente. Esta obra de salvación es llevada a cabo, de principio a fin, solamente por la gracia de Dios. A la vez, Dios ordena a los hombres  que se arrepientan de  sus pecados y  crean en el evangelio, las buenas nuevas para los perdidos. A aquellos  que Él, por su Soberana Voluntad les da vida, los lleva a apartarse de sus pecados y a confiar en Cristo como el Único que tiene poder para salvarles y presentarles limpios y sin mancha delante de Dios.

SOBRE EL CREYENTE
Todos los creyentes verdaderos, habiendo sido librados de la esclavitud del pecado y habiendo recibido por la gracia inmerecida de Dios el don de la fe, dan evidencias de un cambio salvador manifestando su obediencia a Cristo y evidenciando el fruto del Espíritu Santo en sus vidas. A estos Dios les manda y les capacita para creer y perseverar en la fe y santidad hasta el fin.

SOBRE LA IGLESIA
La iglesia  está  compuesta solamente por pecadores arrepentidos  que con fe confiesan a Jesucristo como su Señor y Salvador y se someten a Su gobierno y autoridad según se encuentra establecido en las Sagradas Escrituras. Estos creyentes cuando son bautizados sobre la base de su confesión de fe, pasan a formar parte de la iglesia local.

SOBRE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO:
En su segunda venida, Cristo  levantará a los muertos de sus sepulcros y  juzgará a toda la raza humana. Su venida será personal,  visible  y  gloriosa. En aquel  tiempo, los incrédulos  serán  condenados por sus  pecados  y  entregados al sufrimiento  eterno en el infierno  y los creyentes serán vindicados  y  glorificados  por  su justo Salvador, quien les rescató del pecado y de la muerte siendo Él mismo el Sustituto designado por el Padre para cumplir todas las demandas que la ley establece sobre el hombre. Cristo vino a rescatar a todos los que el Padre le dio, y con ese propósito, al final de los tiempos, en su segunda venida, introducirá a los creyentes en los nuevos cielos y la nueva tierra, en los cuales mora la justicia.  La Segunda venida de Cristo marca el fin del mundo.


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